Una dirección IP (Internet Protocol Address) es un número único que identifica a cada dispositivo conectado a Internet, como si fuera la «dirección» de tu casa en el mundo digital. Esta dirección permite que los dispositivos (como computadoras, teléfonos y servidores) se encuentren y se comuniquen entre sí en la red. Normalmente podemos encontrar dos tipos de direcciones IP.
Tipos de direcciones IP:
1. IP pública: La IP que identifica a tu dispositivo o red frente a Internet. Es asignada por tu proveedor de servicios de Internet (la compañía que has contratado) y es visible para sitios web y otros usuarios.
2. IP privada: Asignada a cada dispositivo dentro de una red local (como en tu casa u oficina), permitiendo que se comuniquen entre sí sin salir a Internet. Un ejemplo sería la conexión entre la impresora y el ordenador.
¿Cómo funciona una dirección IP?
Cuando envías datos a través de Internet (como cuando visitas un sitio web), tu dispositivo incluye tu dirección IP pública en el «remitente» de esos datos. Este identificador permite que la respuesta de la web llegue de vuelta a tu dispositivo. Piensa en esto como una carta que lleva una dirección de retorno, de modo que el destinatario sepa exactamente dónde responder.
Cada dirección IP sigue un formato específico:
• IPv4 (versión 4): Formato de 4 grupos de números (por ejemplo, 192.168.1.1).
• IPv6 (versión 6): Una versión más reciente con un formato más largo, diseñado para ofrecer más combinaciones de direcciones (por ejemplo, 2001:0db8:85a3:0000:0000:8a2e:0370:7334).
¿Por qué es importante una dirección IP?
La dirección IP es esencial para el enrutamiento de datos y permite que Internet funcione correctamente, ya que permite identificar los dispositivos, su ubicación en la red y, en última instancia, facilita la comunicación global en línea.